Un entorno rural, rico en vegetación, rodeado de sierras y regado por diversos manantiales, que contribuyen a la existencia de un clima especial, y que lo convierten en un destino mágico para disfrutar, desconectar y relajarse.

La Posada de Grimaldo se encuentra situada en Extremadura, concretamente en Grimaldo, un pequeño pueblecito de la provincia de Cáceres. En plena vía de la plata, en un entorno que seduce por sus extensos y variados paisajes naturales y sorprende por su riqueza cultural y la hospitalidad y humildad de sus gentes. Enclavada en un lugar privilegiado y gracias a una conservación medioambiental excelente, se convierte en un lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza en estado puro, llena de vida y esplendor, y que hará de la estancia de viajeros y peregrinos, una experiencia irrepetible e inolvidable.

Grimaldo se encuentra situado en la falda norte de la sierra de Santa Marina, rodeado de sierras, vegetación y diversos manantiales, con lo que una estampa habitual, son las regaderas inundadas de agua que recorren sus calles durante todo el verano.

En los alrededores de Grimaldo, dando un agradable paseo por el margen del arroyo, nos encontramos los restos de varios molinos que antaño eran utilizados para moler diferentes cereales como trigo, cebada, centeno…. Con los productos obtenidos, se fabricaban pan y pienso para los animales.

Alcornoques, encinas, álamos, castaños, brezos y jaras constituyen el grueso de la flora de este pueblo de tan sólo 79 habitantes, siendo habitual ver buitres, águilas, milanos y alimoches sobrevolar estas tierras.

Numerosos son los caminos que surcan las sierras que rodean a Grimaldo, por lo que se convierte en un lugar ideal para los senderistas y para todos los amantes de la naturaleza.